Consejos para el aprendizaje de idiomas:
¿Cuál es el mejor momento para estudiar?

¿Cuál es el mejor momento para estudiar?

El rendimiento y la concentración para el aprendizaje están sujetos a ciertas fluctuaciones durante las diferentes horas del día.
 
En este artículo vamos a hablar de cuando estas fluctuaciones ocurren y de cómo manejarlas para poder alcanzar los objetivos marcados en nuestro aprendizaje.

La concentración está sujeta a los ritmos diarios:
¿Cuándo es el mejor momento para estudiar?

La concentración está sujeta a los ritmos diarios:
¿Cuándo es el mejor momento para estudiar?

Varios estudios muestran que la mayoría de las personas tienen su momento álgido de rendimiento entre las 9:00 y las 11:00 de la mañana.
 
Al mediodía y tras la comida la concentración tiende a disminuir y empieza a mejorar de nuevo al comienzo de la tarde.
 
Entre las 16:30 y las 18:30 horas, hay otro pico de concentración, aunque no tan alto como el pico de la mañana.
 
Después de las 21:00 horas, la mayoría de las personas experimentan una caída repentina en su rendimiento.

Cada persona tiene su ritmo

Pero no olvidemos que somos seres individuales y que cada uno de nosotros tiene su propio ritmo.
 
Hay personas “diurnas” y personas “nocturnas”.
 
Las primeras alcanzan su mayor grado de concentración durante las primeras horas de la mañana y las segundas, por el contrario, por la mañana no alcanzan más que un rendimiento mínimo y es por la tarde/noche cuando realmente adquieren su mayor nivel de concentración.

Cada persona tiene su ritmo de aprendizaje

¿Cómo usar nuestro ritmo diario en función de nuestros estudios?

Antes de empezar con cualquier proceso de aprendizaje, por ejemplo, estudiar un nuevo idioma, tiene que observarse durante unos días y tomar notas de cuando se siente con más energía y más capacidad de concentración.
Revise sus notas después de un tiempo de auto-observación e identifique sus mejores y peores fases del día para el estudio.

  • “¿Estoy dentro de la media?”
    Me concentro mejor por las mañanas, de 9:00 a 11:00.
    Al mediodía me siento más cansado y me resulta más difícil fijar la atención.
    A partir de las 16:30 vuelvo a recuperarme y saco otro gran momento de concentración.
  • “Mi ritmo es un poco diferente a la media.”
    Por las noches, cuando todo está en calma es cuando mejor me concentro.
    Durante las primeras hora de la mañana, es cuando saco el mayor rendimiento al día.

Nuestro consejo: encuentre el mejor momento

cada proceso de aprendizaje planifique su horario de estudio

Es importante que al comienzo de cada proceso de aprendizaje planifique su horario de estudio.
Elegir el horario de acuerdo a su capacidad de concentración le ayudará a alcanzar sus objetivos.
Las partes del día en las que le resulta más difícil concentrarse las puede utilizar para revisar lo que ya ha aprendido o para dedicarse a actividades que no requieren tanta atención cómo hacer la compra o hacer las tareas de la casa.
También es importante que haga pausas durante los períodos de estudio: levantarse, estirarse, relajarse un poco, salir a que le dé el aire fresco...


 

Si tiene que aprender algo en poco tiempo (unas pocas semanas e incluso días), es clave que organice bien sus periodos de estudio.
Durante las horas en las que su concentración es más baja, puede repasar lo ya aprendido para aprovechar así, no sólo los períodos de gran concentración sino también cualquier otro momento del día.

Consejos para estudiar en casa

Las personas que se deciden a estudiar por sí mismos, desde casa, sin asistir a escuelas o academias, a menudo tienen problemas para encontrar el mejor momento para aprender y determinar la cantidad de materia que tienen que estudiar por día.
 
En este caso, se recomienda preparar un plan de estudio diario o semanal (igual que si tuviéramos el horario de una escuela) incluyendo los pasos necesarios para lograr los mayores objetivos durante los períodos de mayor concentración.

Al principio es difícil ser realistas en cuanto a los objetivos a alcanzar durante el día.
Por lo tanto comenzar poniendo objetivos poco ambiciosos y con el tiempo aumentar las aspiraciones de aprendizaje.
Ponerse desde el principio objetivos difíciles puede tener una influencia negativa en su motivación, lo que afecta directamente a su éxito.

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